Esta serie se narra desde un punto de vista eurocéntrico. Los españoles intentan ocultar el hecho de su invasión en América Latina, disfrazándola como una "salvación" de una civilización superior hacia una inferior. La apología de esta historia es un acto sin vergüenza, porque vuelve a dañar al pueblo latinoamericano. La primera vez ocurrió hace seis siglos, cuando los españoles lo hicieron con armas, destruyendo la tierra y el cuerpo de los pueblos indígenas. Esta vez, destruyen su mente con otra arma: los medios.
Sí, el paisaje de México es maravilloso, y la escenografía intenta recrear el fenómeno histórico. También se muestra el uso de distintos idiomas indígenas. Pero, ¿de qué sirven estas cosas si un invasor astuto es retratado como un héroe, con visión de futuro, tolerante con las diferencias religiosas y centrado en relaciones amorosas? Además, se justifica el robo y el genocidio bajo la idea de liberar a algunas tribus de la opresión mexica, a pesar de que eso no tenía nada que ver con los intereses europeos.
¡Por eso, dejen en paz a los latinoamericanos y no intervengan más en sus asuntos familiares!